La profesora de literatura:
-"El hablante lírico nunca es el autor"
El autor:
-"El hablante lírico soy yo"
El hablante lírico:
-"¿Quién será esta persona que escribe por mí?"
"Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia y sacarle todo el meollo a la vida, para no llegar a la muerte y descubrir que no había vivido." (H.D. Thoureau)
La profesora de literatura:
-"El hablante lírico nunca es el autor"
El autor:
-"El hablante lírico soy yo"
El hablante lírico:
-"¿Quién será esta persona que escribe por mí?"
A raíz de algo que sucedió durante el entierro de una tía de mi esposa, me decidí a escribir este post.
Resultó que en el momento de mayor solemnidad de la ceremonia, justo cuando el féretro iba descendiendo lentamente hacia su sepultura, comenzaron a sonar los acordes de la canción "Flaca" de Andrés Calamaro.
La incomodidad reinó entre muchos de los asistentes.
En efecto, generaba cierta disonancia cognitiva entre quienes la habían conocido en vida. Los más bien pensados, prefirieron suponer que tal vez era una canción significativa para la pareja, y que tal vez había sido su última voluntad, o un deseo del ahora devastado viudo.
Durante el regreso a casa en el auto, pensando en cómo evitar que algo así sucediera en nuestros respectivas despedidas, nos vinimos conversando sobre qué canciones elegiríamos para nuestros rituales. Le sugerí hasta que preparara un cronograma para que pudiera controlar en detalle hasta el último minuto de la ceremonia.
Si bien ambos preferimos que nos incineren, ella tenía clara su canción: "Mariposas" de Silvio Rodríguez
Yo me he demorado unas dos semanas más y como no podía elegir solo una canción, he comenzado a recopilar esta playlist de canciones significativas que representan hilos, tonos y sentidos sutiles que quisiera fueran escuchados en ese momento postrero.
Y aunque no la encontré en Spotify, sumaría la canción de "Ama y Ensancha el Alma" en la versión cantada por el Coro CEIP La Latina
Allá cuando tenía catorce años, cuando mi alma aprendía a balbucear las primeras sílabas del amar, cayeron en mis manos estos versos, probablemente en la carta de una amada, copiadas de "Viento", un libro de un poeta callejero. Estas palabras quedaron grabadas en la memoria de mis células y despiertan gozosas cada vez que despierto a la intemperie: