En este tiempo de desolación
busco consuelo en Tí.
¿Cuándo llegará la Consolación?
¿Qué banderas blandiré?
¿Desde dónde hago lo que hago?
¿Desde dónde digo lo que digo?
¿Desde dónde vivo?
¿Hasta cuándo muero?
¿Dónde nace este entusiasmo que me habita?
¿Dónde yace este Dios vivo
que siento tanto afuera como
adentro?
¿Dónde anclaré la esperanza?
¿En qué fundaré esta vida que no
es mía?
¿Es la quietud el fruto de la paz
o es solo su inicio?
¿Es la inquietud fuente de vida
o solo expresión de ella?
¿No es la Sagrada Familia
un espejo terrenal
de la Trinidad celestial?
¿Al servicio de qué pongo mi vida
que no es mía sino nuestra?
¿Por qué el río tiempla de miedo al morir
cuando se hace uno con el Océano?
¿Cómo acceder al
inabarcable centro
aquí adentro
tan fuera del mundo
en lo más profundo
de mi pecho?
¿En qué rincón
de mi alma
se esconden
las vergüenzas
de mi cuerpo?
¿No es acaso
la Esperanza
la Vida misma
defendiéndose
frente a su ocaso?
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