Aún recuerdo lo que escribió en la pizarra aquel primer día de clase, en Septiembre de 1993. Llegó con su infaltable bata blanca, se acercó a la pizarra, sacó la tiza del bolsillo, y escribió en inglés en letras mayúsculas:
"WORK AND ENJOY WORKING"
"Trabaja y disfruta trabajando". Ese era su lema, nos dijo. Y lo hice propio desde entonces.
Cada mañana llegaba a enseñarnos matemáticas con un entusiasmo imbatible, que rezumaba por los poros. Cuando faltaba algún otro profesor, él se conseguía la sala audiovisual subterránea del pabellón de B.U.P y fusionaba dos - y alguna vez hasta tres- secciones en las memorables clases "Unificadas", donde avanzaba materia y hacíamos ejercicios en la pizarra. Cuándo requería dibujar círculos para enseñarnos trigonometría, sacaba su peculiar compás, con una tiza atada a un cordel, o si no lo llevaba encima, trazaba una circunferencia a mano alzada, clavando su codo en la pizarra y usando su antebrazo como compás.
Tenía un conocido repertorio de frases célebres que repetía con frecuencia, y estaban registradas en el interior de uno de los armarios de nuestra aula.
- "En la vida..." - Bastaban esas tres palabras para saber que podíamos soltar el bolígrafo y dejar de tomar apuntes durante un momento, pues después de aquello, vendrían unos minutos de una charla de sabiduría aplicada, que él denominaba "pildoritas". Por ejemplo: "En la vida, a veces hay que limarse las aristas para rodar mejor"
A veces me decía:
- "Villoch, tienes que ir a vivir a Suramérica, para aprender a hablar más despacio y tomarte la vida con más calma".
Y, bueno, hasta acá me vine. Él había vivido varios años en Barranquilla, Colombia. Y le habían quedado algunas expresiones de aquel tiempo, como el tratarnos de ustedes.
Durante un tiempo gestionó la venta de la tienda de gominolas que abría los sábados por la mañana, durante las fiestas anuales del colegio y en algunos recreos. También solía manejar el autobús blanco y verde del colegio. También lo recuerdo en su rol pastoral, en la capilla, con su estola, celebrando misas o escuchando confesiones.
Aunque, más allá de la universidad, jamás volví a usar la geometría analítica, ni las derivadas ni las integrales en mi vida profesional, confieso que, gracias a su genuina y apasionada didáctica, aprendí a amar las matemáticas. Aún recuerdo la regla mnemotécnica para las integrales: "Si Un Día Ves Un Valiente Soldado Vestido De Uniforme".
En mayo del 2011, en el marco de un viaje para presentar mi tesis de Maestría en un congreso sobre Desarrollo Sostenible en el Earth Institute de la Universidad de Columbia en Nueva York, atravesé caminando Manhtattan para visitarlo en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en el East Harlem y saqué esta foto. Me sentía como Luke Skywalker peregrinando al encuentro de Yoda.
- Obituario publicado en El Correo por escrito por el Padre Jesús Buey.
- Obituario publicado en Linkedin escrito por Pedro Uría
- Obiturario publicado en el sitio web del Colegio Urdaneta
- Homilía leída en su funeral por P. Ángel Andújar
- Nota de la Funeraria en León.