(reconstruido de un recorte de prensa)
Hubo una vez en el cielo un Gran Espejo.
El Espejo de la Verdad Única y Absoluta.
Un día –no sabemos aún si fue bueno o malo- aquel espejo se quebró,
fragmentándose en miles de millones de pedacitos.
Cada uno de un color y forma diferente,
fueron cayendo en lo más profundo
del corazón de cada uno de los seres humanos.
Desde entonces, hombres y mujeres de todas las épocas
caminan por la tierra buscando aquel gran espejo,
sin darse cuenta de que tal vez ya no es posible encontrarlo.
Tal vez ya no es posible reconstruir aquel gran espejo,
pero es posible construir caleidoscopios,
donde cada pequeño cristal de verdad se encuentra con otro,
de colores y formas distintos
para articularse en una nueva realidad, diversa y cambiante.
Pequeños mandalas multicolor,
una invitación a contemplar el mundo desde la sencillez,
la capacidad de asombro y el sentido profundo del juego.
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