Invitado por mi ex-profesor y hoy amigo, Josu Garro, hoy he tenido la oportunidad de dar una vuelta más en esta espiral de aprendizaje vital, volviendo a los orígenes. Me ha recogido en su Peugeot granate a las once en el semáforo de Zugarzarte donde me atropellaron hace veintidós años. Hemos llegado al Colegio Urdaneta, donde pasé once años de mi infancia y adolescencia, me he reencontrado con la secretaria María Jesús, con Dani, con Jesús, con Juanjo, con Michelena, con Ramón, con Txema, Alberto, Peio, con Antonio, con Manolo y a una nueva generación de profesoras jóvenes, como Inés. La infraestructura se mantiene intacta, aunque ahora cuenta con más ordenadores y wi-fi. Me han entregado una bonita placa conmemorativa con la figura de San Agustín, y me han extendido la invitación para una comida con los profesores en el mes de junio, a mi regreso de Suecia. He dado dos charlas sobre Emprendizaje Sostenible a los alumnos de Bachillerato en la sala de audiovisuales donde antaño el Padre Basilio Álava nos daba las clases de matemáticas. El primer grupo se ha mostrado más entusiasta y participativo que el segundo. Han hecho preguntas muy interesantes. Desde cuánto gano, qué opino del colegio, hasta dónde se enseña Emprendizaje social o qué tipo de empresas querrían contratar a un emprendedor social.
He conocido también a Orlando, que se dedica a promover el espíritu emprendedor entre los jóvenes. Hemos tomado un mosto en el bar del Polideportivo, que junto con la presencia de chicas, es la gran novedad del colegio desde que lo dejé hace quince años.
Más tarde, hemos comido en el Restaurante Botavara, con unos interesantes amigos de Josu. Mikel de Innovación Educativa, Iñaki de HABE, Bernard de Agiantza, Nieves de Team Academy Euskadi y el Chef Fernando Canales, auténtico emprendedor culinariosocial, que ha llegado para el café. Me ha llamado la atención la cantidad de gente que teníamos en común, por movernos en los mismos círculos, desde Juan de Fiare o Angel Mari hasta Rafa o Pepelu de los Claretianos. He comido una rica ensalada de txangurro y una brocheta de solomillo, acompañado de un exquisito vino de rioja y una apasionada conversación que ha navegado entre los mares de la educación, el cuarto sector, la web 2.0 y el emprendizaje. Este espacio relajado de conversación me ha inspirado para abrir espacios similares a mi regreso a Chile. En verdad espero que puedan salir acciones concretas y significativas de estos encuentros. La primera que se ve en horizonte, en el marco de la comunidad de blogueros de Getxo, será un micro-video-blog de minuto y medio.