Debo confesar que rara vez siento pena por la muerte de un poeta. Pero la partida de Mario Benedetti es diferente.
Será ese acento envolvente uruguayo, esa sensibilidad realista y mágica, ese compromiso con la realidad, ese mojarse los pies y ensuciarse de barro, o de tinta. Será que fue el primer poeta del Cono Sur que cayó sobre mis manos o bajo mis ojos. Será que él fue quien escribió poemas como los que cantaron Serrat, Milanés, Mercedes y Ana Belén. Será aquella pareja que hacía el amor en los umbrales. Será esa pupila de Bécquer que encuentro cuando busco la tuya. Esa veta de amor que reconoces al contar conmigo y me proponer que hagamos un trato. Será por esa estrella azul que no pedí que bajaras mientras cantaba mi tocayo Pablo. Será esa táctica y estrategia de esperar que tal vez un día cualquiera por fín me necesites. Será esa mujer desnuda y en lo oscuro. Será porque en la calle, codo a codo con vos, seremos siempre mucho más que dos. Será ese mismo instante del orgasmo ultraterreno que permanecerá para siempre infinito en sus palabras, derramando su lluvia copiosamente por el mundo.
Grabacion de "El Sexo de los Ángeles" con la voz de Mario Benedetti